julio 29, 2025

*Atlas Agrícola de Veracruz 1960–2022: una herramienta clave para la soberanía alimentaria y el renacer del campo veracruzano*

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Dr. Rafael Vela Martínez

Recientemente, en el emblemático Museo de Antropología del Estado de Veracruz, presentamos una obra que simboliza más que un producto editorial: es una propuesta de futuro. El Atlas Agrícola de Veracruz 1960–2022, elaborado con la destacada colaboración de la Dra. Josefa Carolina Fortuno Hernández, es el resultado de casi tres años de trabajo riguroso, apasionado y comprometido con la transformación del campo veracruzano.

Durante su presentación, que incluyó la entrega gratuita de ejemplares impresos, tuvimos el privilegio de contar con especialistas del más alto nivel, como el Dr. Ramiro Sánchez Uranga del Tecnológico Agropecuario de Úrsulo Galván. Pero lo que realmente marcó un precedente fue la presencia institucional del Mtro. Raúl Gámez González, Subsecretario de Desarrollo Agrícola de la SEDARPA, y del Subsecretario de Ganadería, Carlos Manuel Jiménez Díaz. Esta participación activa revela que, al menos desde el Gobierno estatal, hay un interés genuino por articular esfuerzos entre ciencia, política pública y sector productivo, bajo el enfoque de la Triple Hélice: Gobierno, Academia y Empresa.

Uno de los comentaristas lo expresó con claridad: “Veracruz, por fin, tiene un instrumento estratégico de planeación agrícola que puede transformar la realidad del campo y recuperar su dignidad productiva”. El Atlas Agrícola no solo ofrece una radiografía de más de seis décadas de actividad agrícola —con más de 200 mil registros—, sino que lo hace con un nivel de profundidad territorial y temporal pocas veces visto. Superficie sembrada, siniestrada, volumen, valor económico, rendimientos y clústeres de producción que están ahora al alcance de quienes deseen invertir con certeza, planificar con visión o simplemente comprender la dinámica real del agro veracruzano.

Esta obra no es una simple compilación de datos. Es una herramienta estratégica, indispensable para planear políticas públicas, fomentar la autosuficiencia alimentaria, reactivar el mercado interno y, sobre todo, abrir oportunidades de inversión productiva de alto impacto y rentabilidad. En efecto, de los más de 14 mil millones de pesos mensuales que se destinan en Veracruz al consumo de alimentos, más del 70% se va a otros estados, lo que demuestra el enorme potencial desperdiciado.

Este desbalance —más político que técnico— tiene mucho que ver con la ausencia de una verdadera articulación entre la Universidad Veracruzana y el sector productivo, una omisión lamentable que se ha profundizado bajo la actual administración rectoral. Resulta preocupante que una institución con vocación de servicio público y con la misión de ser motor del desarrollo regional, se mantenga al margen de las grandes problemáticas sociales y económicas que aquejan al estado. La Rectoría a cargo del Dr. Martín Gerardo Aguilar Sánchez parece más interesada en preservar el poder burocrático que en liderar procesos de transformación en el agro, la industria o la ciencia aplicada.

El Atlas Agrícola de Veracruz 1960–2022 demuestra lo contrario: que sí es posible construir conocimiento útil, riguroso y con impacto. Que desde la academia se puede contribuir al diseño de soluciones concretas, útiles tanto para gobiernos locales como para inversionistas, productores, ejidatarios, comuneros o empresarios del agro.

Además de su contenido estadístico y analítico, el Atlas ofrece balanzas alimentarias por cultivo, coeficientes de especialización regional, y un estudio histórico de 107 cultivos clave en los 212 municipios del estado. Esta información no solo permite entender qué y dónde se produce, sino también cuánto se pierde por no producir localmente lo que se consume. En esa brecha, hay una oportunidad real de inversión inteligente, sustentable y socialmente responsable.

La crisis alimentaria que vive Veracruz no es una fatalidad, es el resultado de decisiones —o ausencias— institucionales. Por eso, esta obra invita también a reflexionar: ¿cómo es posible que la principal universidad pública del estado le dé la espalda al sector que puede garantizar alimentos, empleo y arraigo en el territorio?

Este Atlas no es solo un mapa del pasado agrícola, sino una puerta abierta al futuro. Un futuro donde ciencia, inversión y voluntad política se encuentren. Un futuro donde Veracruz vuelva a ser sinónimo de autosuficiencia alimentaria, productividad y dignidad rural.

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